Sólo de hombre no vive el pan

jueves, 16 de abril de 2009



Sólo de hombre no vive el pan

Incertidumbre, hipotálamo-estomacal de no saber cual es los pseudo-método al escoger.

Sentimiento, de ser cualquier objeto que roce tu recorrer.

Extraño, ambiente intragélido-extracaluroso sin confianza.

¿Cuántos, difuntos más se levantaran para alianzar la muerte a mi tristeza?

¿Dónde, se encuentran esos pedazos paradisíacos donde solía habitar?

¿Cuántos, años más habrá que esperar para que el aletargado reloj retorne a su andar?

¿Dónde, puedo hallar tu sonreír, aquí, siendo un mundo deshecho?

¿Cuántos, ornamentos-collariales-semicirculares tendré que alfabetizar postrado en mi lecho?

¿Dónde llegan a fenecer esas cacofonías de llanto que esta noche logré escuchar?

Extraños, ojos plastificados sobre mis labios.

Sentimientos, de largos abrazos, cálidos de miedo, dubitando ser los últimos.

Incertidumbres, de hallazgo de una sociedad antropófaga para satisfacer materia disvaliosa de sentires.